24 febrero 2008

EL TREN


El tren pasaba muy despacio, tan despacio que se podía subir en marcha.Quizás esa afirmación era esagerada o simplemente la expresión de un deseo.


Era un acto reflejo, cuando pasaba el tren se paralizaba toda actividad y se seguía con la mirada hasta que desaparecía por el horizonte el rastro de humo de la locomotora de carbón. En aquel momento había la sensación de haberlo perdido aun sabiendo que volvería a pasar.


Llegó un tiempo en que aquel tren no paso mas, y ese espacio sagrado que eran las vías por donde pasaba aquel deseo quedo desierto, durante mucho tiempo siguió siendo sagrado esperando, por si volvía.


Las vías, ese espacio sagrado que solo lo podían pisar los ferroviarios y el tren, a partir de que este ya no pasó, ha sido invadido por animales y plantas hasta el punto de quedar casi impracticable, es la imagen de la despoblación.













01 febrero 2008

LA ESCUELA


Hacia frió, pero al entrar en la escuela se notaba un calorcillo que se agradecía, y eso que todavía no estaba encendida la estufa de serrín.


Encender aquella estufa era difícil y al principio siempre la encendía el Sr. maestro que era el que sabía hacerlo.


El caso es que cuando la estufa empezaba a dar calor era la hora de salir al recreo. Vamos chavales, a la calle, que corriendo y jugando no se tiene frió, decía el Sr. maestro, y llevaba razón, jugando al escondite, a la piola o a cualquier otro juego no se tenía frió.


La cuestión es que en aquella escuela que nos parecía tan grande, se estaba mas caliente que en las casas, pues solo se disponía de un hogar con lumbre en la cocina y entraba el frió por todas partes.